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La luz es un elemento primordial que debe tener en cuenta cualquier interiorista. Por supuesto luz natural es importante, pero si hay un elemento con el que decorativamente podemos jugar es la luz artificial. Para lograr una buena estructura de iluminación debemos considerar  los principios de la luz y las fuentes de iluminación, de esta manera podemos modificar por completo el ambiente y la apariencia de una habitación logrando hacerla más acogedora o echándola a perder por completo.  Por eso hoy os daremos unas guías para saber  cómo jugar con la luz en tu proyecto de interiorismo.
Lo primero que debemos tener en cuenta para el correcto tratamiento de la luz en nuestro proyecto de decoración de interiores  es que la clave está tanto una cuestión de cantidad de luz como de calidad de la misma para las funciones a desempeñar.

Las funciones de la luz en un proyecto de interiorismo

Luz para ver

Esta función de la luz se basa en proporcionar una iluminación general del entorno y asegurar que el espacio circundante, el mobiliario, los objetos y las personas que estén en él sean visibles. Generalmente se logra esta función con uno o varios puntos de luz colocados por encima del ojo, saliendo del techo, desde apliques en la pared o con focos de luz enfocados al techo de manera que desde ahí se reparta la luz. Un detalle que no podemos olvidar cuando planifiquemos la iluminación general es vigilar que no queden zonas en sombra o mal iluminadas en una habitación. Para acabar, en MDM Interiorismo os recomendamos que incluyáis un regulador de la intensidad ya que la luz tiene diferentes efectos en nosotros según lo que necesitemos hacer bajo ella.

 

Luz para mirar

Es lo que se ha venido a llamar iluminación focal o “focal glow”  es un hecho que  las zonas claramente iluminadas atraen involuntariamente la atención de las personas. Por eso la luz para mirar tiene dos funciones.

 

  1. Iluminar lugares derivados de la necesidad humana de ver algo mejor. Estamos hablando de ese rincón para leer, el lugar de trabajo, la luz encima de la mesa donde comes para ver mejor la comida, etcétera, en definitiva se persigue una iluminación funcional que cree condiciones óptimas para la actividad a desarrollar.

 

  1. Iluminar para decorar o iluminación decorativa. Se trata de utilizar la luz para iluminar áreas con información esencial que quieren destacarse como efecto decorativo, por ejemplo, iluminar un cuadro, una escultura, etc.

 

Luz para contemplar

A este tipo de iluminación recibe el nombre de iluminación ambiente o iluminación de exposición, esta clase de iluminación surge de la idea de que la luz no sólo sirve para mostrar información, sino que constituye una información en sí misma. 

 

Con las anteriores funciones de la luz hemos cubierto necesidades biológicas (ver mejor), pero con la luz para contemplar o luz ambiente lo que pretendemos cubrir son necesidades emocionales de nuestro proyecto de interiorismo, en él utilizaremos esta luz para buscar en el bien estar de la persona provocado por el entorno visual.

Para integrar la iluminación ambiente correctamente en nuestro proyecto de decoración, lo primero que tenemos que tener claro es qué pretendemos conseguir, cómo queremos sentirnos en esa estancia. A partir de ahí combinaremos todos los recursos que necesitemos para lograrlo y deberemos decidir desde qué fuentes lumínicas utilizaremos, colores de la luz, la dirección que llevará la luz, etc.

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